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Los termómetros de infrarrojos permiten medir la temperatura sin contacto directo con el cuerpo. Funcionan recogiendo la radiación infrarroja emitida por el cuerpo o el objeto
La medición es rápida y eficaz, lo que la convierte en una forma cómoda de obtener información sobre la temperatura en poco tiempo. Esto resulta especialmente útil para niños pequeños o personas reacias a las mediciones tradicionales. Los termómetros de infrarrojos se caracterizan por realizar mediciones de gran precisión.
Basta con apuntar el termómetro en la dirección de la medición, pulsar el botón y el resultado aparecerá en la pantalla. La naturaleza sin contacto de la medición con termómetros de infrarrojos reduce el riesgo de infecciones cruzadas. Además, la mayoría son fáciles de limpiar, lo que contribuye a la higiene.
Estos termómetros pueden utilizarse para medir la temperatura del cuerpo, pero también de distintas superficies, como líquidos, alimentos u objetos, lo que los convierte en una herramienta versátil en diversas situaciones.